Hay colecciones que se presentan como un statement y otras que se sienten como una conversación íntima. La Boda, la nueva propuesta nupcial del diseñador mexicano Kris Goyri, pertenece a esta segunda categoría. Una colección que no busca impresionar con estridencia, sino conectar desde la emoción, la delicadeza y la construcción de una estética profundamente poética, natural e inesperada.

Inspiración botánica para una novia moderna
La Boda encuentra sus raíces en la naturaleza, pero no desde la obviedad. Kris Goyri se adentra en el mundo floral para reinterpretar su lenguaje desde lo abstracto: los pliegues recuerdan los contornos de los pétalos, los volúmenes evocan el florecer pausado de una dalia, las transparencias imitan la fragilidad del alcatraz. Esta inspiración se traduce en siluetas ligeras, sutiles y en movimiento constante, que parecen responder más a una emoción que a una estructura impuesta.
Los textiles elegidos —chiffon, tul, organza, crepe de seda— dialogan con una serie de detalles hechos a mano que enriquecen cada diseño sin saturarlo. El trabajo artesanal se percibe en los plisados suaves, en los cortes limpios y en la incorporación de cerámicas florales del artista Juan Villavicencio, cuyas piezas se integran a los looks como esculturas vivas. El resultado: una colección que celebra el arte, el cuerpo y la ceremonia con la misma intensidad.
Cada vestido de La Boda tiene una historia propia, pero todos comparten una misma sensibilidad: la de una novia que no necesita excesos para brillar. Hay propuestas con escotes en V que caen con suavidad, mangas abullonadas que contrastan con espaldas limpias, y faldas que flotan con cada paso sin perder estructura. Algunos diseños juegan con transparencias sutiles, mientras otros se construyen a partir de capas de tul con movimiento ondulante, creando un efecto que parece bailar con la luz.
Los adornos están cuidadosamente dosificados: una flor cerámica sobre el pecho, un cinturón de satén rematado con hojas, un drapeado que se convierte en cola. No hay dramatismo forzado, sino una búsqueda genuina de armonía entre el diseño y la silueta de quien lo lleva. Es esa ligereza emocional y estética la que convierte a esta colección de kris Goyri en una propuesta atemporal, profundamente contemporánea y con un sello tan artístico como íntimo.








La Boda de Kris Goyri: Una propuesta nupcial con sello mexicano
El contexto también suma. La presentación de La Boda tuvo lugar en Casa Pedregal, una locación que reforzó la visión del diseñador: un espacio con historia, modernidad y alma. Allí, la colección convivió con una narrativa floral, sensorial y profundamente emocional. Las modelos caminaron con naturalidad entre arreglos florales y una atmósfera que parecía suspendida en el tiempo.
El peinado, a cargo de Aldo EK, y el maquillaje diseñado por Karla Vega para Bobbi Brown reforzaron el espíritu de la colección: sofisticado, pero sin rigidez; etéreo, pero con fuerza. La estética editorial de cada look, acompañada de detalles como velos envolventes, botones forrados y estilismos florales inesperados, dejó claro que esta colección habla de amor, pero también de moda, de diseño, de personalidad y de presencia.
La Boda es el manifiesto de lo que hoy significa casarse para una novia que busca autenticidad, libertad, identidad y belleza más allá del molde tradicional. Una colección pensada para esas mujeres que entienden que el día de su boda no es sólo un evento, sino un momento de expresión personal. Con esta propuesta, Kris Goyri transforma la idea de lo nupcial en una experiencia que respira arte, cultura y emoción.






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POR: MELISSA LARA