Si las paredes de General Prim y Jardín Prim pudieran hablar, seguramente nos contarían fascinantes historias del México porfiriano. Estas viviendas, ubicadas en la céntrica colonia Juárez de la Ciudad de México, han sido testigos de momentos trascendentales en la historia de nuestro país. Hoy, gracias a la iniciativa de Proyectos Públicos, estas construcciones aristocráticas y capitalinas con más de 100 años recobran vida y belleza, preservando así su valioso linaje histórico.
El origen de una época dorada
En el año 1900, el Dr. José Ignacio Capetillo y su esposa María de la Luz Servín adquirieron el terreno en General Prim 32, tras comprarlo al arzobispo Eulogio Gregorio Gillow. En este terreno, la familia Capetillo y Servín emprendió la construcción de un edificio de departamentos bajo la dirección del arquitecto Manuel Gorozpe. El resultado fue un magnífico edificio de estilo ecléctico, característico de la época, que se completó en 1906.
Los Capetillo fueron una de las primeras familias de la burguesía porfiriana en invertir en la construcción de departamentos en la Colonia Juárez. En la fachada principal del edificio, aún se conserva una placa que hace referencia al material de cantería proveniente de la Hacienda de la Encarnación, propiedad de María de la Luz Servín. El número 32 era la entrada principal al inmueble, mientras que el número 34 correspondía a un departamento independiente que fue habitado por Ignacio Capetillo y Servín, hijo mayor de la familia y destacado arquitecto del Siglo XX.
Cambios y desafíos a lo largo del tiempo
Tras la herencia de la propiedad a los cuatro hijos del matrimonio Capetillo-Servín, el edificio cambió de manos en varias ocasiones. En 1921, Concepción, una de las hijas, compró la parte que correspondía a sus tres hermanos y, diez años después, vendió la propiedad a Hidalgo Hermanos. A partir de ese momento, el edificio tuvo diversos propietarios, en su mayoría empresas dedicadas a la compra y administración de bienes inmuebles.
El desinterés por parte de los dueños y usuarios condujo a la falta de mantenimiento y al deterioro progresivo del edificio. En la década de los setenta, el inmueble contaba con viviendas y comercios irregulares, y eventualmente fue abandonado. Fue en 2013 cuando la propiedad fue adquirida con la visión de crear Proyectos Públicos Prim, una iniciativa dedicada a preservar y dar nueva vida a este tesoro histórico y arquitectónico.
Un renacimiento con Proyectos Públicos
Proyectos Públicos General Prim y Jardín Prim se han convertido en espacios únicos que celebran la historia, la hospitalidad y la comunidad. Estas dos majestuosas casas porfirianas, ubicadas en General Prim 30 y General Prim 32, se destacan por su diseño arquitectónico de principios del siglo XX. Con su doble altura, amplios espacios, vegetación exuberante y numerosas habitaciones, estas casas poseen una personalidad misteriosa que las convierte en el escenario perfecto para proyectos significativos.
Entre los eventos que han cobijado estos espacios se encuentra la exposición de la icónica fotógrafa Annie Leibovitz, quien presentó su proyecto “Women: New Portraits” en 2014. Este proyecto tenía como objetivo enaltecer a las mujeres mexicanas destacadas en diversos campos, y fue apoyado por muchas personalidades que asistieron a esta memorable exposición.
Otro evento destacado es el Salón ACME, una plataforma que se realiza anualmente durante la semana de arte en México. En este espacio, artistas emergentes y consolidados presentan sus propuestas artísticas y curatoriales, abarcando una amplia gama de discursos y expresiones artísticas.
Además, estos espacios albergan celebraciones exclusivas, como el desfile de Fashion Week en 2017, la filmación del video de la banda Interpol, el cierre de la gira de Roger Waters en México y la fiesta de inauguración de la exposición de Jeff Koons en México, por mencionar solo algunos.
La comunidad de Proyectos Públicos incluye diversos espacios creativos, como el showroom de Planta Diseño Botánico, el taller y estudio de Sangre de mi Sangre, Irina Estudio (un taller de cerámica), y el taller de fermentos y kombucha de Taller Vivo, entre otros. Esta comunidad elige estos espacios para albergar celebraciones, eventos y proyectos que trascienden y se convierten en parte de la rica historia de estos recintos históricos.
Así, Proyectos Públicos se erige como un faro de revitalización y preservación del patrimonio cultural de México, ofreciendo a la comunidad la oportunidad de ser parte de la historia y dar nueva vida a estos espacios centenarios. General Prim y Jardín Prim, con su esplendor restaurado, recobran vida y belleza, listos para seguir siendo testigos de momentos significativos en la historia de México.
